“Si eres neutral en
situaciones de injusticia has elegido el lado del opresor”
Desmond Tutu
Es extraño cuando te aproximas a una puerta cerrada
custodiada por tres guardias de seguridad. Si como en este caso se trata de un
portón solariego de madera maciza, no puedes evitar sentir el pellizco en el
estómago de soldado del tercio viejo en el asedio de Breda. Esa sensación de
hostilidad se disipa, una vez allí, cuando le expones a los tipos estos (en una
situación laboral cuanto menos igual de precaria que la tuya) el motivo de tu
reivindicación y que de ninguna manera esto terminará como un enfrentamiento
entre trabajadores. Son jodidos estos tiempos que nos está tocando vivir, pero
cuando todos estamos situados más o menos cerca del precipicio, es fácil
encontrar miradas cómplices en aquellos que sienten que mañana quizás ocupen tu
lugar.
Ayer, tal y como habían advertido, se impidió el acceso la
oficina a dos compañeros, después de 3 años de trabajo, compartiendo despacho,
reuniones, etc. Una de ellos con sentencia judicial donde se le reconoce su
condición de personal laboral, pero nada de esto importa, todo se resuelve
mandando a tres pobres diablos a impedirles el acceso, mientras los jefes responsables
curiosamente se habían cogido el día de asuntos propios…
La cuestión es que ante la negativa de permitirles recoger
sus efectos personales, se llamó a la policía y curiosamente debido a la
coincidencia con una manifestación en el centro de la ciudad (debieron pensar
que había un piquete) se personaron 8 efectivos de la policía nacional, para regocijo
del personal, sonrojo tras los cristales y sorpresa nuestra, hubo un momento en
que en la puerta estábamos 11 de uniforme y 5 de paisano.
Como resultado de todo este lio F.J. ha dejado de
trabajar para la Junta de Andalucía. Su lucha no ha terminado hoy, acaba de
empezar otro partido que se juega en los juzgados y del que seguro va a salir
campeón. Aunque te esperan largas mañanas de chándal y parque… SALDREMOS
SEGURO.
Se te va a echar de menos por aquí, ha sido miucho tiempo
viéndote defender los intereses de “La Casa” con seriedad y eficiencia,
dándonos lecciones continuas de profesionalidad. Se te va a echar de menos
también en la cerveza del viernes, despotricando contra el gobierno de turno o
lo que se pusiera a tiro.
Eras el que a priori más arriesgaba y también el primero que
se han cepillado, pero no puedo hacer otra cosa que felicitarte por tu gestión
de estos últimos momentos, donde el timonel inexperto tendería a perdería la
serenidad.
Cuando los veas en su lucha de disfraz oscuro, en sus
manifestaciones de opereta y exabrupto egoísta, en sus movilizaciones en la
media hora del desayuno, siente el orgullo del que lo arriesga todo por aquello
en lo que cree, la gélida brisa en la cara segundos antes de la tormenta, el
vértigo de Lord Cardigan encabezando la carga de la brigada ligera en la
península de Crimea.
Piensa que para ti esta mierda acabó, hoy pasas página. Los que nos
quedamos aún tenemos pecados que purgar, como islotes a la deriva en medio de
este Archipiélago Gulag andaluz que nos está tocando sufrir.
Estoy convencido que cuando ayer llegaste a tu casa pudiste
mirar a los ojos de tu hija con orgullo de padre; te conozco y sé que eso para
ti eso es importante. Espero poder hacer lo mismo el día que me toque.
En la Administración hay de todo como en la viña del Señor,
no pensemos juzgando a través de mis líneas (parciales y subjetivas como no
podía ser de otro modo) que aquello es un nido de directivos psicópatas,
sedientos de sangre. Nada más lejos de mi intención, sin ir más lejos podría
poner el ejemplo de mi propia jefa, famosa por tener el ojo derecho de cristal.
Alguien me contó una vez que en cierta ocasión vió un brillo de humanidad en su
mirada… en el ojo de cristal. ANDALUCÍA IMPARABLE.
PD: Agradezco al León su apoyo y como no podía ser de otra
manera recomiendo encarecidamente la lectura detenida de su blog, un remanso de
inteligencia en medio de este gran caudal de estulticia, gracias amigo: