miércoles, 15 de diciembre de 2010

LETRA MENUDA. VERDES Y RASGADOS. Folletín melodramático en tres Actos.

Parte II. 20 DE DICIEMBRE DE 1938

El invierno de 1938 fue especialmente duro, era común ver las cunetas sembradas con cadáveres de soldados muertos por congelación. El grado de capitán del cuerpo de ingenieros le otorgaba el privilegio de montar a Gladio, un caballo tordo, noble y fuerte que le acompañaba desde el 36, y eso sin duda en caminos con cuarenta centímetros de nieve era mucho.

Rodrigo Nuñez sentía un gran aprecio por aquel animal, no en vano era el caballo de su padre, un miembro de la familia además de un compañero de armas. Aquella noche una densa niebla lo cubría todo, el batallón avanzaba en silencio por una senda tortuosa y agreste, intuida por el surco que dejaba el paso errático de los soldados.

De pronto un crujido seco rompió el silencio, como si un tronco se hubiese roto bajo el caballo, que cayó como un peso muerto arrastrando consigo al jinete. El caballo relinchaba de dolor con los ojos desorbitados; Rodrigo reparó en su pata trasera quebrada como una rama seca; el hueso había aflorado y un charco de sangre comenzó a teñir la nieve.

Miró a los ojos del animal y durante segundos pareció hacerse el silencio, dejó de escuchar los relinchos atronadores. Despacio, sacó su pistola Astra de 9 mm y disparó mientras una lágrima recorría su mejilla izquierda. Esa fue la penúltima vez que disparó aquella arma.

No hay comentarios:

Publicar un comentario